Se nos ha dado la fe no para que la tengamos como cosa propia, uso particular y gozo personal, sino para que las transmitamos a los demás. Cada uno en la medida de sus posibilidades debe convertirse en misionero que pregone la Buena Nueva de Jesús, porque muchos lo están esperando. La predicación debe comenzar por entre los más cercanos a nosotros, para que éstos puedan sentir también la alegría de reconocerse como hijos de Dios.
![No debemos limitarnos a predicar la fe, sino que debemos vivirla – San Jorge Preca No debemos limitarnos a predicar la fe, sino que debemos vivirla – San Jorge Preca](https://live.staticflickr.com/65535/48376080201_5d3f67e55a_o.png)
Anunciar el Evangelio es tarea de todo bautizado. Pero este anuncio no es suficiente. Ha de ir acompañado de los actos que pregonen, a los