La cruz es la señal que nos identifica a los cristianos. En ella, Cristo murió por nosotros. En ella hemos sido salvados. Por ella, muchos hermanos nuestros padecieron persecuciones y martirio. Por eso la veneramos y celebramos. Convencidos de que a través de ella nuestro camino va directamente al cielo que tenemos prometido. Apartarnos de la cruz sería renunciar a nuestra identidad y renegar de nuestra fe.
Anunciar el Evangelio es tarea de todo bautizado. Pero este anuncio no es suficiente. Ha de ir acompañado de los actos que pregonen, a los