Los santos nos han enseñado que la alegría de servir a Dios no es algo perecedero, sino que pervive para siempre. Porque las glorias y gozos del mundo pasan con gran rapidez. Como si fueran un suspiro. En cambio, vivir conforme nos enseña el Evangelio es sentirnos plenos de una dicha que no se acaba. Porque tras el gozo de disfrutarla aquí nos espera el disfrutar de ella eternamente.
![No debemos limitarnos a predicar la fe, sino que debemos vivirla – San Jorge Preca No debemos limitarnos a predicar la fe, sino que debemos vivirla – San Jorge Preca](https://live.staticflickr.com/65535/48376080201_5d3f67e55a_o.png)
Anunciar el Evangelio es tarea de todo bautizado. Pero este anuncio no es suficiente. Ha de ir acompañado de los actos que pregonen, a los