No vivimos solos, sino que somos parte de una comunidad de hijos de Dios. No somos únicos en esta tierra, sino que formamos con los otros la familia humana. Y como miembros de esta comunidad, estamos obligados a buscar el bien de todos, no el nuestro personal. Primero, reconoceremos que los demás son hermanos nuestros, tengan el color de piel que tengan y practiquen la religión que quieran practicar. Después, uniremos nuestras fuerzas a las de los que trabajan por buscar el bien de todos, especialmente de los más necesitados. De esta forma, viviremos con plena dignidad nuestra condición de hijos de Dios.
![No debemos limitarnos a predicar la fe, sino que debemos vivirla – San Jorge Preca No debemos limitarnos a predicar la fe, sino que debemos vivirla – San Jorge Preca](https://live.staticflickr.com/65535/48376080201_5d3f67e55a_o.png)
Anunciar el Evangelio es tarea de todo bautizado. Pero este anuncio no es suficiente. Ha de ir acompañado de los actos que pregonen, a los